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El ser humano y el lenguaje astrológico: Fases de un vínculo.

  Cuando percibimos la vida a través del sistema simbólico de la Astrología podemos registrar que cada entidad existente está en íntima relación con todas las demás, dado que se nos revela nuestro vínculo con los lejanos y distantes cuerpos del Cielo. Todo es relación. A su vez, el lenguaje astrológico nos muestra que esas relaciones implican procesos que tienen un ritmo cíclico, un orden matemático circular que supone una sucesión de fases: Las estaciones del año, el día y la noche, la relación entre el sol y la luna que se nos evidencia cada noche, la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud, la adultez y la vejez… generación tras generación. En la relación entre el ser humano y el lenguaje astrológico también observamos observamos fases. En la ponencia que realicé en el Congreso de Astrología de Chile en el año 2018, presenté un breve recorrido de esas fases a nivel colectivo global que implicaba el marco de la historia de la especie y diversas corrientes astrológicas que

Astrología y Bioenergética

Una posible confluencia de percepciones para un cambio en la sensibilidad del ser humano La Astrología es un cuerpo simbólico -lenguaje sagrado- que da cuenta de la relación estructural entre el ser humano -como cuerpo-psique en despliegue- y el Sistema Solar.    La Bioenergética, por su parte, es una teoría psicológica y un dispositivo clínico, que sostiene la unidad funcional entre el cuerpo y lo que llamamos psiquismo. De hecho, si nos referimos líneas arriba al “cuerpo-psique”, podemos hacerlo a partir de la conceptualización de Wilhem Reich, de la cual parte Alexander Lowen para crear la Bioenergética. Ellos observan que la estructura de carácter de un ser humano (modalidades de reacción, mecanismos de defensa ante la angustia, etc) es equivalente a su estructura corporal, en términos de desarrollo de los tejidos, organización de la musculatura y adopción de posturas que se cronifican. El lenguaje de la Astrología y la teoría y práctica clínica Bioenergética tienen un punto clave

La vida humana como despliegue del código-semilla

  En un escrito anterior distinguimos nuestra preferencia a hablar de código natal o código celeste/astral (o podemos seguir ensayando nuevas combinaciones) para reemplazar la noción de carta natal/astral observando la falacia lógica a la cual esa manera de nombrar nos conduce (ver Porqué ya no hablamos de carta natal y preferimos hablar de código ) . Es importante observar las maneras de nombrar que el lenguaje nos “obliga” a usar, dado que condicionan nuestra manera de percibir y sobre todo de sentir la realidad. En el mencionado escrito nos referimos a la falacia que subyace en el decir “mi” código natal o  “tengo” sol en Virgo. Hemos cuestionado el supuesto de que somos entidades autónomas “propietarias” de un código natal, dando cuenta del error lógico que constituye esta forma de nombrar dado que, si somos rigurosos, cuando pronunciamos estas frases, es el código natal quien las pronuncia. Es decir, no existe un sujeto que esté fuera del código natal, sino que el sujeto es un e

Porqué preferimos hablar de código natal en lugar de carta natal

  La mirada que proponemos en Casa XI tiene como punto de partida la noción del Universo como vibración y más específicamente, como un entretejido de diferentes cualidades energéticas. Nuestra pasión es investigar el misterio en el cual la relación entre la Tierra y el Sol y su danza cotidiana con la totalidad del sistema planetario, implica un fenómeno cargado de información vibratoria-quántica que cambia instante a instante y se condensa en las formas terrestres, hace cuerpo, encarna en los seres humanos. Lo que llamamos carta natal, es una representación simbólica en dos dimensiones de un momento específico de este movimiento cósmico, percibido desde la Tierra. El nombre de “carta natal” hace referencia a la noción de mapa, con lo cual, en ese mapa se estaría representando un territorio. Sin embargo, si somos rigurosos, el diseño de la carta natal, más que dar cuenta de un territorio está visibilizando un código: elementos dinámicos ordenados de manera tal que implican una info

El signo de Cáncer en la Era de Acuario.

El Zodíaco es el símbolo fundamental del lenguaje astrológico. Es la matriz ordenadora donde el resto de los símbolos se organizan. Cada uno de los signos del Zodíaco tiene un significado que depende de los otros símbolos. Es una estructura compleja en la cual ninguna pieza es independiente de la otra. De esta forma, una consciencia humana que se dedica al estudio de estos símbolos realiza un viaje de complejización en la comprensión de todos ellos a la vez, aunque esté focalizándose aparentemente en uno solo, debido a la lógica holográfica que los rige. Si meditamos acerca del signo de Cáncer, por ejemplo, estaremos meditando acerca de todos los signos que, junto a él, forman parte de la Cruz Cardinal, en la dimensión mandálica del Zodíaco, esto es Aries, Libra y Capricornio. Pero también estaremos comprendiendo al signo que le precede y sucede en una mirada diacrónica, esto es Géminis y Leo. Y a la vez, si meditamos en Géminis y Leo estaremos meditando nuevamente, o simultán

La Astrología y una revolución psicológica posible

La Astrología no es un saber. La Astrología no es un conocimiento. Ni siquiera es una ciencia. La Astrología es un lenguaje que habilita a una percepción.  El ser humano percibe a través de ciertos órganos, que llamamos órganos de los sentidos: ojos, nariz, piel... y la información que recoge del medio es procesada por el cerebro para ser organizada y construir así lo que llamamos realidad. Esa percepción está condicionada por el lenguaje, percibimos de cierta manera porque estamos inmersos en la red del lenguaje que recorta objetos dándoles nombres y ordenando el tiempo en forma lineal. El lenguaje divide al que percibe de lo percibido, crea al sujeto y al objeto, organiza una instancia que se posiciona como centro de la percepción al que llamamos “yo”. Esto es tan estructural y básico de nuestra manera humana de ser que ni siquiera nos damos cuenta. Pero: ¿Percibiríamos la realidad de la manera que la percibimos si utilizáramos un lenguaje diferente? La

Lógica del objeto y lógica de la información.

Los principales problemas de la humanidad como especie parten de la lógica a partir de la cual nos pensamos a nosotros mismos y al mundo, y más profundamente la forma en la cual nos percibimos y nos sentimos (teniendo en cuenta que los sistemas cognitivos constituyen una unidad ideica-perceptual-emocional-sensorial).  Los seres humanos hemos acordado colectivamente, desde la función del sistema que se encarga de ello, lo que llamamos habitualmente yo, que somos entidades separadas las unas de las otras, y por lo tanto, en última instancia objetos. Esta lógica, que llamaré lógica de los objetos, implica la modalidad de interacción y construcción de la realidad fundada en la lucha de poder entre posiciones, la competencia, la posesividad, la ambición, el apego y demás variables que son la base de las dramáticas humanas a través de los tiempos. Estos problemas no tienen solución posible dentro de esta lógica porque estructuralmente los contiene y los provoca. Entonces solo sería p